1998

“Estuvimos ahí, tan cerca, a un paso de ganarle a la historia y a un grande como Italia. El mundo conoció en gloria y majestad al Matador, que se matriculó con dos golazos de su sello, Goliat se caía a pedazos, hasta que el nigerino Lucian Bouchardeau regaló un penal a los italianos y Roberto Baggio nos quitó el chocolate de las manos”.

Don Balón, 13 de junio de 1998